lunes, 13 de octubre de 2014

¿Cazadores de sombres como una serie?




Todos sabemos que cazadores de sombras no tuvo éxito en taquilla, pero, a pesar de eso han decidió hacerla una serie.
Cazadores de sombras fue escrito por la autor de  fantasía Cassandra Clare. La historia trata sobre llamada Clary Fray que se entera que ella es un ser humano con sangre angelical.
Todavía no se saben muchos detalles lo que nos deja con dudas. ¿Por donde será trasmitida? ¿Cuándo será trasmitida? ¿Van a iniciar desde el principio o vana seguir por donde la dejaron es la película?

jueves, 9 de octubre de 2014

INSOMNIO.

COMO UN CIRUJANO.




—Sr. Weston, el doctor está listo para recibirlo. —La enfermera apagó el intercomunicador.
Aunque Sam estaba muy nervioso, se empezó a reír porque la enfermera le dijo «señor». Ése era el nombre de su padre.
Era 31 de octubre de 1973, y Sam Weston de nueve años de edad estaba en el hospital, apunto de someterse a cirugía. Le sacarían las amígdalas.
Siguió a sus padres al consultorio del doctor en la parte trasera del hospital.
—Bien hijo —dijo el doctor—. Ups, lo siento. Me habían dicho que un niño de nueve años llamado Sam venía por una cirugía. Tú eres tan grande como yo.
Sam rió.
—¡Sólo tengo nueve! —Pensaba que era hilarante que todos en el hospital creyesen que era un adulto.
El doctor revisó el historial.
—¡Ah! ¿Una amigdalotomía? ¿Es eso a lo que tus padres me dijeron que le temías? Déjeme aclararle algo, Sr. Weston, una amigdalotomía no es algo de lo que asustarse. Sólo dolerá por un segundo. ¿Alguna vez has caído de rodillas?
Sam asintió.
—Pues, es tan doloroso como eso. A mí me sacaron las amígdalas cuando tenía tu edad. No hay nada que temer.
Sam se sentía un poco mejor.
—Oh, parece que hay un pequeño problema. No tenemos las herramientas necesarias para tu caso. Las cambiamos por herramientas nuevas y mejores, que aún no han llegado. Lo que tendremos que hacer será admitir a Sam por una noche, y pedir prestado parte del equipo del hospital en Memphis. Cuando llegue, tendremos la cirugía. Probablemente estará dormido cuando la hagamos, así que no sentirá dolor.
Sam se quedó sentado en silencio mientras sus padres arreglaban todo. Llevaron a Sam a su habitación y ellos partieron a la sala de espera, en donde estarían hasta que la cirugía tuviera lugar.
Una enfermera ayudó a Sam a acomodarse en la cama, y le dio algo de jugo. Sam volteó hacia su derecha y vio a otro niño.
—Hola, soy Sam. Pero puedes llamarme Sammy.
El niño ni siquiera le dirigió la mirada.
—Tommy está nervioso. Tiene una cirugía importante mañana —le murmuró la enfermera, al notar su interés—. Le van a cortar su pie —murmuró en voz aún más baja.
—Mi nombre no es Tommy.
La enfermera lucía triste.
Pasaron unos minutos, Sam estaba pintando en su libro de dibujos. La enfermera se había ido para dejarlo descansar.
Tommy volteó hacia Sam. Señaló una historieta que Sam tenía al pie de su cama.
—El Hombre Araña es mi favorito.
—¡El mío también!
Sam trató de lazar una red de telaraña al rostro de Tommy.
—¿Por qué estás aquí?
—Amígdalas.
—Tienes suerte.
Dicho eso, Tommy se dio la vuelta.
Pasaron unos minutos más, en silencio. Luego Tommy alzó la voz:
—¿Te gusta dormir?
A diferencia de la mayoría de los niños, a Sam le encantaba dormir. Pensaba que mientras más rápido se durmiese más podría jugar al día siguiente.
—Sí, mi mamá siempre trata de despertarme para que no llegue tarde a la escuela, pero nunca puedo escucharla. Dice que podría dormir hasta durante un terremoto.
Tommy apagó la luz y regresó a su cama. Sam entendió el gesto.

—Tenemos que darle a este niño anestesia.
Sam se despertó. Lo estaban conduciendo por un pasillo del hospital. Las luces iluminaban su rostro. Miró a los cirujanos, no los había visto antes.
Se dio cuenta de que llegó el momento, le sacarían las amígdalas. Sus padres le dijeron que podría comer helado cuando todo terminara. Pensaba en qué tipo de helado le gustaría mientras los cirujanos empujaban las puertas de una sala con una silla.
—Bien Tommy, ponte esta mascarilla. Te ayudará a dormirte.
Sam se sorprendió.
—Mi nombre no es Tommy… es Sam.
Un cirujano revisó su historial.
—Aquí dice que es Tommy, hijo.
Tenía razón. Sam lo miró también, y vio el nombre Tom Whitton.
—¡Mi nombre no es Tommy! ¡Es Sam!
—Sí… nos advirtieron que dirías eso. —El cirujano le puso la mascarilla.
Sam entró en pánico, pero sus gritos fueron silenciados por la anestesia.
Pudo dar un último vistazo al pasillo. Tommy estaba al otro lado de las puertas, sonriendo.
Sam lloró mientras caía dormido.

INSOMNIO.

EL PISO DE ARRIBA.

Cuando era niño mi familia se mudó a una casa vieja y enorme de dos pisos, con espaciosos cuartos vacíos y tablones que rechinaban. Mis padres trabajaban, así que usualmente me quedaba solo al venir de la escuela. Un día que llegaba un poco tarde, la casa todavía estaba oscura. «¿Mamá?», llamé, y la escuché decir con voz cantarina «¿Siiiiiií?» desde el piso de arriba. La llamé de nuevo mientras subía las escaleras para ver en qué habitación se encontraba, y de nuevo me respondió con un «¿Siiiiiií?».
Estábamos redecorando para ese tiempo, y no sabía ubicarme entre ese laberinto de habitaciones, pero ella estaba en una de las más alejadas, al final del pasillo. Me sentí intranquilo, pero supuse que era normal y me dirigí a ver a mi madre, sabiendo que su cercanía apaciguaría mis miedos. Justo cuando tomé la perilla para entrar en la habitación, escuché la puerta principal abrirse y a mi mamá decir, «Cariño, ¿estás en casa?» con una voz alegre. Di un salto hacia atrás, sobresaltado, y corrí hacia las escaleras para ir con ella; pero cuando volteé desde los primeros escalones, la puerta de esa habitación se abrió lentamente haciendo un quejido. Por un breve instante, pude ver algo ahí adentro. No sé lo que era, pero me estaba mirando.



martes, 7 de octubre de 2014

Noticias




"Tenía tanto miedo. No sabía cómo iba a afectar a mi carrera", asegura  Jennifer en  Vanity Fair.

Un mes después, la actriz intenta pasar página. "El tiempo cura. Ya no lloro más por ello. Ya no puedo estar enfadada. No puedo dejar que mi felicidad dependa de que pillen a esa gente, porque pueden no hacerlo [detener a los hackers]. Necesito encontrar mi propia paz".
Lawrence es la portada del número de noviembre de la edición estadounidense de Vanity Fair
Ella dice que cuando comenzaron a circular las fotografías se planteó emitir un comunicado. “cada palabra que intentaba escribir me hacía llorar o enfadarme. Empecé escribiendo una disculpa, pero no tengo nada por lo que pedir perdón. Estaba en una gran relación de cuatro años. Era una relación a distancia y o tu novio va a ver porno o va a mirarte" se defiende Jennifer.
"Sólo porque sea una figura pública, sólo por ser una actriz, eso no significa que haya pedido nada de esto. No significa que venga con el trabajo. Es mi cuerpo y debería ser mi elección mostrarlo y el hecho de que no lo sea es totalmente asqueroso. "No puedo creer que vivamos en esta clase de mundo" reafirmo Jennifer Lawrence " no es un escándalo. Es un crimen sexual. Es una violación sexual. Es asqueroso", prosigue la actriz, quien arremete contra quienes han buscado sus fotografías íntimas.
Pues es su cuerpo y ella hace con él lo que quiere, esto no le resta talento a la actriz. J-Lawrence tiene todo nuestro apoyo. 

lunes, 6 de octubre de 2014

Pretty Face






Hayley, un chica poco común, eso digo yo, cundo inicie el libro me sorprendí porque al principio no es una niña bonita que se preocupa por como se ve, bueno, no mucho, pero lo mejor es cundo ella le confiesa su amor al chico que le gusta uhhh... menuda sorpresa que te llevas.

 

Hayley desearía amar el vivir en Santa Mónica, a unas cuadras de la playa, donde todos los días, y todas las personas, son hermosos y soleados. Pero ella simplemente no encaja con las rubias y súper delgadas chicas del sur de California, quiénes se hacen cirugías plásticas en un dos por tres. Hayley es inteligente y astuta y tiene una... cara bonita. Traducción: Ni siquiera piensen en ponerle un bikini, mucho menos que salga con el súper guapo Drew Tyler. Un bikini nunca le favorecerá, y Drew nunca la verá como más que una amiga.

Justo cuando Hayley se siente condenada a la vida de “gorda”, sus padres deciden enviarla a Italia en el verano, no por la escuela, no a un campamento de gordos, sólo por diversión. Y es así, bajo el sol italiano, donde la visión de Hayley sobre sí misma comienza a cambiar. Ella es curvilínea, no obesa. La pizza no es diabólica. Y la vida es mucho, mucho más que ser una talla cero a la cual le queda todo. ¿Quién sabe? Una vez que Hayley se ve con nueva luz, tal vez la chica con la cara bonita pueda finalmente encontrar un verdadero amor.





sábado, 4 de octubre de 2014

Libros



Le traigo este libro, que ya termine, muy bueno, a mi me gusto la historia es graciosa, tiene sus partes románticas pero no muy empalagosas y la forma de pensar de la protagonista es muy diferente a la de muchas, te llevara muchas sorpresas con este libro.
  
 
Dylan Carter siempre ha sido "uno de los chicos".

Siempre se ha sentido más a gusto teniendo amigos chicos que entre las sonrisas hipócritas de las chicas. Desde niña, se ha juntado con un mismo grupo de chicos lindos (según todas en su escuela), con su hermano mayor Chase, y otros dos que probablemente sean los más asquerosos del planeta, Sawyer Brown (el engatusador, encantador, jodidamente atractivo) yWest Collins (el grotesco, carismático, mariscal de campo).
Ella ha sobrevivido a sus 17 años de vida a fuerza eructos, gases, palabrotas y otras cosas que ninguna chica se atrevería hacer delante de los “dioses” que tiene como amigos, pero ellos no la ven como nada más que uno de ellos.
¿Qué crees que pasará cuando Dylan pase un verano completo con sus primas, lejos de Chase, Sawyer y West?
Las cosas se volverán locas cuando regrese, convertida en toda una persona diferente, bueno, físicamente.
Convertida en lo que verdaderamente es: una chica.